
Descubre qué tipo de abono es mejor para cada hortaliza y fruta. Guía práctica para mejorar tu huerto de forma natural, orgánica y eficiente.
Una de las claves para lograr cultivos sanos, sabrosos y productivos es ofrecerles el tipo de abono adecuado. No todas las plantas necesitan los mismos nutrientes ni responden igual a los distintos tipos de fertilizante. Esta guía práctica te ayudará a identificar el mejor abono orgánico para cada hortaliza y fruta en tu huerto o jardín ecológico.
Por qué elegir abonos naturales según el tipo de cultivo
Cada planta tiene necesidades específicas: algunas requieren más nitrógeno, otras más potasio, y otras se benefician de un suelo rico en fósforo o calcio. Usar el abono correcto no solo potencia el crecimiento, sino que también previene enfermedades, mejora la calidad del fruto y cuida el suelo.
Además, elegir abonos orgánicos —como compost, estiércol maduro, humus de lombriz o preparados líquidos naturales— fortalece el equilibrio del ecosistema sin contaminar el medio ambiente.
Tipos de abono y nutrientes principales
Antes de entrar en detalle por cultivo, repasemos los tres macronutrientes esenciales que contiene todo abono:
- Nitrógeno (N): Favorece el crecimiento de hojas y tallos. Es ideal para cultivos de hoja verde.
- Fósforo (P): Estimula el desarrollo de raíces y flores. Necesario para frutos y tubérculos.
- Potasio (K): Mejora la calidad del fruto y la resistencia a enfermedades.
¿Qué abono usar según el cultivo?
🥬 Hortalizas de hoja (lechuga, espinaca, acelga)
- Necesitan: Niveles altos de nitrógeno para un buen desarrollo foliar.
- Recomendado en Colombia: Compost joven elaborado con residuos de cocina y poda, purín de ortiga (común en zonas rurales de clima frío), estiércol de gallina o de cuy (muy usado en los Andes).
- Consejo: No excedas el fósforo o potasio. En climas cálidos como el Caribe, controla el compost para evitar fermentación acelerada.
🥕 Hortalizas de raíz (zanahoria, rábano, remolacha)
- Necesitan: Equilibrio entre nitrógeno y fósforo para lograr raíces firmes y sanas.
- Recomendado en Colombia: Compost maduro (mínimo 3 meses), harina de hueso (disponible en agrotiendas locales), lixiviados de lombriz (especialmente en regiones cafeteras).
- Consejo: En suelos volcánicos como los del Eje Cafetero, que ya son ricos en nitrógeno, evita sobrefertilizar.
🍅 Hortalizas de fruto (tomate, pimentón, berenjena)
- Necesitan: Nitrógeno moderado al principio, luego fósforo y potasio para floración y fruto.
- Recomendado en Colombia: Compost enriquecido con cáscara de plátano, ceniza de leña (muy común en zonas rurales), humus de lombriz producido localmente.
- Consejo: En climas húmedos como el Valle del Cauca o Santander, aplica el abono temprano en la mañana para evitar pudrición.
🧅 Bulbos (cebolla, ajo, puerro)
- Necesitan: Buen aporte de fósforo y potasio para su desarrollo subterráneo.
- Recomendado en Colombia: Compost maduro con restos de cultivos andinos, harina de hueso, ceniza vegetal de cocina o leña tradicional.
- Consejo: Aplica compost en la siembra y complementa con potasio natural (cáscaras de yuca o plátano) en la fase de engorde.
🍓 Frutales y frutos rojos (fresas, cítricos, manzanos)
- Necesitan: Potasio y fósforo, además de nitrógeno para mantener la planta vigorosa.
- Recomendado en Colombia: Compost maduro (residuos de finca o café), humus de lombriz (muy usado en Boyacá y Antioquia), biofertilizantes líquidos caseros como el té de plátano, fermentos de frutas o microorganismos de montaña (MM).
- Consejo: En zonas de clima templado como el altiplano cundiboyacense, aplica abonos al inicio de las lluvias y al final del verano para favorecer floración.
📆 Cuándo y cómo aplicar el abono
Lixiviados o abonos líquidos: cada 7 a 15 días según el cultivo.
Época de aplicación:
Inicio de la temporada de lluvias (abril-mayo y octubre-noviembre) para una mejor absorción.
Después de la cosecha en cultivos perennes como los frutales.
Método:
En hortalizas, mezcla el abono con la tierra unos días antes de la siembra.
En frutales, aplica alrededor del tronco en forma de anillo y cubre ligeramente con tierra o cobertura vegetal.
Frecuencia recomendada:
Compost y estiércol sólido: cada 30 a 45 días.
- Primavera: Es el momento ideal para abonar la mayoría de cultivos.
- Frecuencia: Una vez al mes para abonos sólidos; cada 2 semanas si es líquido.
- Aplicación: Mezcla en la tierra o aplica en superficie y riega bien.
Recuerda que un buen suelo, bien abonado, es el mejor aliado para prevenir enfermedades, reducir el uso de pesticidas y garantizar una cosecha abundante y saludable.
Conclusión
No hay un abono único para todos los cultivos. Adaptar el tipo de fertilizante a cada planta es esencial para mantener un huerto ecológico eficiente y sostenible. Usar abonos orgánicos no solo es más seguro, también es una forma de cuidar el planeta y de obtener alimentos más nutritivos y sabrosos.